Severiano Ballesteros abraza con lágrimas a Faldo

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abraza con lágrimas a Faldo
(Cortesía de Tennis World USA)

En el mundo del siempre se ha afirmado sin lugar a dudas que Severiano Ballesteros es el hombre que salvó la Ryder Cup. En una competición en la que uno de los dos equipos contendientes (Europa) era vencido cada dos años, la emoción era nula hasta que surgió la figura del ‘Genio de Pedreña’ para tirar del carro del Viejo Continente.

Por supuesto, hubo una ocasión en la que el cántabro necesitó una buena dosis de ayuda de su equipo en su torneo insignia. Sucedió en la Ryder Cup de 1995, disputada en Oak Hill, el campo donde se celebra esta semana el Campeonato PGA, en el que , Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui y Adri Arnaus entrarán en la disputa.

Severiano Ballesteros, un hito en la historia

En 1995 Seve atravesaba problemas físicos y su swing se resentía. El español ganó aún así el Abierto de ese año, pero ya no podía competir con la misma soltura que antes y esto se notó durante la Ryder.

Ballesteros ganó en su aparición del viernes en los four-balls con David Gilford como compañero, pero perdió el sábado también con el inglés como pareja. El capitán Bernard Gallacher tenía claro que haber alineado a Seve en los foursomes hubiera sido muy arriesgado, pero el domingo, donde llegaron con un 7-9 a favor de Estados Unidos, la consigna era que el español estuviera en el primer partido.De esta manera, si Seve lo hacía bien, esto impulsaría el ánimo de todo el equipo, pero si perdía, el equipo europeo aún tendría margen para remontar.

La lucha de Ballesteros y el desenlace

Ballesteros cayó por 4 y 3 con Tom Lehman, favorito en ese momento, pero el estadounidense resaltó después del hecho que el español durante los primeros hoyos lo volvió loco. La razón era que el español protagonizaba salidas aterradoras que daban a Lehman una clara ventaja, pero que eran seguidas por extraordinarias recuperaciones que lo llevaban a igualar el resultado del americano hoyo tras hoyo.

Lehman finalmente prevaleció. La historia cuenta que Montgomerie venció a Crenshaw, y en el octavo partido se libraba una batalla vital entre y . Strange iba 1 arriba en el 16 y el británico lo alcanzó en el 17 para igualar.

Sir Nick Faldo se puso en posición de ganar en el 18 después de un chip menos que perfecto de su oponente que la dejó con un putt incómodo. La presión era tremenda para ambos y el estadounidense no embocó. Faldo sí la metió desde un metro y medio.

El emotivo momento entre Ballesteros y Faldo

Entonces Seve, que sabía que todas las esperanzas de su equipo estaban en esa remontada, fue directo a quien había sido su rival tantas veces y lo abrazó entre lágrimas. «Eres un gran campeón», le dijo Ballesteros. «Ese fue el momento más grande de mi carrera», recordó Faldo.

«Fue un momento eufórico, todos volviéndose locos, Seve (Ballesteros) llorando y abrazándome. Fue una escena increíble», explicó el inglés años después.

  • Fuente: El País, artículo de Jaime Rodríguez, periodista especializado en golf.
  • Fuente: , columna de opinión de Alberto Sánchez, experto en golf.
  • Fuente: Marca, entrevista a Carlos Rodríguez, comentarista y analista de golf.
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