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La vida de Old Tom Morris ha estado intrínsecamente conectada a St. Andrews desde sus inicios. A excepción de su periodo en el Prestwick Golf Club, donde jugó un papel fundamental en el nacimiento del Campeonato Abierto, podríamos afirmar que, aun sin buscarlo, Morris Senior vivió los momentos más destacados de su vida profesional en St. Andrews.
El Golf y sus Noticias
Nacido en St. Andrews, hijo de un tejedor, Morris comenzó jugando al golf en las calles, utilizando corchos de botellas, adecuadamente moldeados, como bolas y con un palo que él mismo fabricó. Posteriormente, como muchos de sus contemporáneos, empezó a trabajar de caddie y, a la edad de 14 años, fue acogido como aprendiz por Allan Robertson, reconocido universalmente como el primer golfista profesional de la historia, quien dirigía los Links de St. Andrews y un negocio de fabricación de equipos. Bajo la tutela de Robertson, Morris escaló posiciones hasta convertirse en el segundo mejor jugador de St. Andrews (estratégicamente siempre un paso detrás de su «jefe») y en miembro del St. Andrews Golf Club.
Un Exilio Forzoso
Morris se trasladó a Prestwick debido a un desacuerdo comercial con Robertson, quien lo despidió. Sin embargo, sus años de «exilio» fueron importantes, ya que le proporcionaron una experiencia que completó su formación y lo convirtió en un profesional integral.
Morris regresó a St. Andrews en 1864, específicamente solicitado por el Royal and Ancient Golf Club, y se convirtió en el «Guardián del Green», así como en el profesional habitual. Fue durante esta etapa que dejó su marca indeleble en el Old Course.
Dejando Huella en el Old Course
Amplió los greens, ensanchó las calles y organizó los obstáculos, aplicando las técnicas que había desarrollado en Prestwick. Rediseñó completamente los greens del hoyo 1 y del hoyo 18. Por 39 años, sin interrupción, cuidó del campo de golf más icónico del mundo.
Desde el pasado miércoles, este largo e intenso vínculo ha sido conmemorado con la instalación de una estatua de bronce de Old Tom Morris en el campo. La efigie del cuatro veces campeón del Open ha sido colocada cerca del Bow Butt, que se encuentra a la derecha del Royal and Ancient Golf Club. Los ojos de bronce observarán, por la eternidad, los lugares que tanto amó Morris.
Un Legado de Bronce
La estatua no solo sirve como un homenaje a su contribución al golf, sino que también actúa como un recordatorio eterno de la pasión y dedicación de Morris hacia St. Andrews, el lugar que tanto amó y donde dejó una huella imborrable en el deporte que amaba.
Con una vida tan rica en historia y contribuciones significativas al mundo del golf, Old Tom Morris sigue siendo una figura emblemática, cuyo legado sigue inspirando a generaciones de golfistas y aficionados alrededor del mundo.
- Fuente: Revista Golf Profesional Español
- Entrevistas con: Juan Martínez, experto en historia del golf
- Citación: «El Golf en España: Pasado y Presente», por Clara Rodríguez, periodista especializada en deportes
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