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Al concluir su cuarta temporada, el Club de Golf LIV aún no logra ser un negocio rentable. Los resultados financieros del último año fiscal revelados por LIV Golf Ltd., entidad registrada en el Reino Unido que gestiona las operaciones del circuito fuera de los Estados Unidos, muestran un balance con pérdidas de 590 millones de dólares (aproximadamente 462 millones de libras y unos 500 millones de euros).
La base de este proyecto es el casi ilimitado capital del Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita, un fondo soberano capaz de manejar estas cuentas tan adversas. La organización, que recientemente concluyó su cuarta temporada de actividad con el español Jon Rahm como campeón individual y su equipo, la Legión XIII, como el mejor equipo en el campo. Los millones gastados en un producto elaborado sin escatimar en costos y que, hasta el momento, no ha encontrado la forma de generar fuentes de ingresos significativas, ya ascienden a 1.4 mil millones de dólares (1.1 mil millones de libras y alrededor de 1.2 mil millones de euros) desde su primer torneo en el verano de 2022.
Números en rojo para el LIV Golf
En cuanto a gastos, la mayor carga es su generosa compensación a los jugadores, muchos con contratos que les garantizan cientos de millones durante su vigencia, la única forma de atraerlos fuera de los circuitos tradicionales, y los cuantiosos premios disponibles en los torneos, 20 millones de dólares por evento (unos 17 millones de euros). Aunque la documentación presentada no detalla cuánto de sus costos operativos corresponden a este aspecto, han sumado 1.34 mil millones de dólares (aproximadamente 1,115 millones de euros) desde que comenzó a operar. Rahmbo, por ejemplo, ya ha embolsado casi 75 millones de dólares (unos 63 millones de euros) en premios, fuera de su contrato.
Un retorno incierto
Lo que sale no regresa. Esto es aproximadamente 10 veces más de lo que genera en ingresos, dado que su contrato de transmisión televisiva fuera de los Estados Unidos es insignificante (3.2 millones de dólares en 2024, o 2.7 millones de euros), y esa es actualmente la principal fuente de financiamiento para las organizaciones deportivas profesionales. La verdad es que sus audiencias no lo consolidan como un competidor fuerte para el PGA Tour y el European Tour, y parece que hoy en día solo el dinero casi infinito del PIF sostiene una apuesta que de otro modo podría considerarse un fracaso financiero.
El futuro del LIV Golf: ¿Sostenibilidad o fracaso?
La gran pregunta que ahora se plantea es si el LIV Golf logrará encontrar un modelo de negocio sostenible que le permita no solo cubrir sus gastos, sino también generar ganancias. Con el respaldo financiero del PIF, tienen el lujo de experimentar y ajustar su estrategia, pero el tiempo dirá si esta inversión de alto riesgo podrá traducirse en un éxito a largo plazo para el golf y el deporte en general.
Palabras clave: LIV Golf, pérdidas financieras, Jon Rahm, Fondo de Inversión Pública, golf profesional, PGA Tour, European Tour.
- Fuentes: Revista Golf Digest España
- Periodistas especializados: Alberto González
- Expertos en golf: Carmen López
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