Graeme McDowell sobre la «adaptación» del campo de golf al equipo local

Graeme McDowell es un golfista a quien tuvimos la oportunidad de ver en algunas ediciones anteriores de la Copa Ryder como parte del equipo europeo. La edición de este año de la Copa Ryder fue bastante interesante y el equipo europeo resultó ganador en el final.

Antes de que comenzara la Copa Ryder, muchos predijeron que el equipo europeo tendría un trabajo fácil, dado que están jugando en suelo local. En las últimas Copas Ryder, quedó claro que jugar en casa es una gran ventaja.

En una columna para The Telegraph, McDowell expresó su insatisfacción con este hecho. “En 2014 en Gleneagles fue una paliza, en 2016 en Hazeltine fue una paliza, en 2018 en París fue una paliza, en 2021 en Whistling Straits fue una paliza.

Y ahora Roma. Rory dijo en su conferencia de prensa que ganar fuera de casa en la Copa Ryder se ha convertido en la prueba más grande en el Golf. ¿Pero es eso algo bueno?»- dijo McDowell, citado por golfmonthly.com

Graeme McDowell

McDowell hizo especial énfasis en el campo de golf y en el hecho de que se están realizando ciertos ajustes a favor del equipo local.

McDowell enfatizó que estos son los mejores golfistas del mundo, pero el hecho es que ciertas cosas funcionan a favor del equipo local.
“Sí, estos chicos son los mejores jugadores del mundo y deberían poder adaptarse a cualquier cosa que les arrojes.

Pero con los análisis que ahora tenemos a nuestra disposición, sabemos exactamente dónde radican nuestras fortalezas en comparación con nuestros oponentes. A lo largo de un fin de semana, con miles de tiros realizados, el tamaño de la muestra es tal que realmente marca la diferencia.

Por eso en París vimos calles muy estrechas y velocidades de green de 10,5-11 en el Stimpmeter, porque eso es a lo que estamos acostumbrados desde pequeños. Aquí nuevamente las calles se cortaron estrechas. Tuvimos los hoyos par cuatro que se podían alcanzar de un solo golpe, pero por lo demás los hoyos par cuatro eran súper largos e intentamos evitar que los estadounidenses tuvieran wedges en sus manos porque nuestras estadísticas nos decían que eso era en lo que eran mejores. Y las estadísticas tenían razón”.