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Hace unas semanas, el periódico británico The Daily Telegraph informó que la PGA de América estaba trabajando en un plan para pagar a cada golfista estadounidense una suma considerable de dinero por participar en la Ryder Cup, el máximo escaparate en el mundo del golf. Esta medida se implementaría a partir de la edición de Bethpage Black en 2025. Este anuncio reabrió un debate importante en el universo del golf, y lo cierto es que el periódico anglosajón tenía razón, aunque no en las cantidades finales que se conocen hoy.
Noticias sobre la Ryder Cup
Actualmente, la PGA de Estados Unidos otorga a cada jugador 200,000 dólares que están obligados a donar a una o más organizaciones benéficas de su elección. Esta medida surgió después de la Ryder Cup de 1999. Antes del torneo, el equipo estadounidense negoció este acuerdo y hubo rumores de un boicot por parte de sus jugadores. La cuestión era sobre el reparto de beneficios, y se supo que Mark O’Meara quería cambiar el sistema, pero un grupo que incluía a David Duval, Tiger Woods, Scott Hoch, Lee Janzen y Jack Nicklaus – como informó Golf Digest – optó porque las ganancias se destinaran a la caridad. El capitán Ben Crenshaw medió entre su grupo para llegar a un entendimiento.
El debate regresa con fuerza
En la última edición del torneo bienal, en Roma el año pasado, Patrick Cantalay no llevó gorra y se especuló que era una forma de protesta por no recibir pago por jugar en el evento. Siempre lo ha negado, pero lo cierto es que el debate ha vuelto al primer plano, con mayor intensidad en las últimas semanas.
Nuevos planes de la PGA de Estados Unidos
El resultado es que hoy se anunció un nuevo plan que incrementa la cantidad que cada jugador recibe para donar de 200,000 a 300,000 dólares, y lo más llamativo, añade otros 200,000 dólares, que es una tarifa por jugar en el torneo y no tiene que destinarse a caridad. El capitán estadounidense para la próxima Ryder Cup, Keegan Bradley, le dijo a GolfChannel.com que planea donar toda su asignación.
El presidente de la PGA, Don Rea, le dijo al mismo medio: «El mensaje es que queremos hacer crecer este deporte y ayudar a las organizaciones benéficas. Los jugadores también son nuestros miembros y los tratamos igual que a todos nuestros miembros». Según un comunicado oficial de la PGA, «ningún jugador ha pedido ser compensado» a cambio de participar en la Ryder Cup y Rea agregó que no se les ha consultado sobre esta decisión.
Por lo tanto, el gesto ‘altruista’ de la PGA de Estados Unidos termina 97 años de tradición al implementar un estipendio de 200,000 dólares para sus jugadores. Si algo está claro, es que los responsables de esta organización están tratando de evitar problemas con aquellos miembros que, efectivamente, han expresado su descontento por jugar gratis, incluso si no lo hacen públicamente, pues es un hecho empírico que ninguna gran organización regala tales sumas cuando «nadie» lo ha pedido. Hace unos días, Scheffler comentó: «Creo que todos nosotros en el equipo americano estamos más que dispuestos a jugar la Ryder Cup gratis». No es injusto cobrar, pero quizás el número uno del mundo fue demasiado generoso al incluir a todos sus compañeros de equipo.
Una tradición en debate
Hace unos días se supo que una docena de antiguos capitanes estadounidenses decidieron enviar una carta a la PGA de Estados Unidos, según informó Sport Illustrated, en la cual instaron a no pagar por la disputa de este torneo a los miembros del equipo estadounidense, dejando la puerta abierta a mayores pagos que podrían dedicarse a donaciones.
Fuentes:
- The Daily Telegraph
- Golf Digest
- Sport Illustrated
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